13 de diciembre de 2011

Ay Corazoncito



Tonolec suena.
Charo canta y cuando lo hace los ojos le resplandecen.

Cuando algo gusta profundamente,
cuando se disfruta con el alma,
es imposible evitar que los ojos exploten de luz
hacia afuera, un sol
tan grande que enceguece a los distraídos
así brillan los ojos cuando se ama
a alguien, a algo
y no hay gris ni preguntas
luz y más luz
que brota sin intentar guardarla
sin que haya manera de disfrazarla
y, sobre todo, sin ganas de esconder
los ojos, las ganas, la vida

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