23 de abril de 2010

Mis amorcitos


No me dí cuenta de cuándo habia empezado el cambio.
No lo noté, encerrada en mis laberintos mentales.
Tal vez porque todo me parecía un cuento o una novela.
Tu panza se fue redondeando con el correr de los meses.
Pequeños movimientos decían "Presente, aquí estoy!"
y yo miraba por la ventana o hacía películas o me enredaba en mis cosas.


¿En que momento lo aprendiste, querida?
¿En cuál de todas las lunas te cambió la mirada?
¿Desde qué instante tuviste la certeza de que ser madre implicaba esos detalles, esa atención infatigable, ese amor que desborda tus ojazos y baña a tu hija, hoy en tus brazos?


Querida, querida hermanita:
Que desafío inmenso el de traer a la vida a esta beba, trocito de luna.
Qué maravilla tenerla en brazos, sentir su calorcito, recibir su olor en mi nariz
y qué Amor éste el que lo inunda todo...


Y todo lo sana y todo lo cura
Más allá de la falta de Justicia
y de las vueltas de la vida...


Hoy le cambié los pañales a tu hija.
Hace 19 años, alguna vez, cambie tus pañales.


La vida. Una rueda mágica...
Benditas sean, mis amores.

Que Dios me las proteja siempre.


(Esta la escribí cuando nacio Selene, hace 10 meses. Ella y Morena, mi ahijada, son el regalo mas hermoso que me ha hecho Dios!)


20 de abril de 2010

15 de abril de 2010

Dias no tan breves

Todo lo que me queda


tiene que ver con vos


todo lo que palpita


llega a mi corazón. (...)




En el camino tendremos que saltar piedras


y en el camino cruzaremos almas nuevas


y en el camino te daré lo que me queda


para poder seguir así. *






Llueve.

Y hay una a alegría anudada en el pecho.




*Fijate - Los Piojos


12 de abril de 2010

Mago de domingo

Una tarde de domingo iba yo sentada muy oronda en mi burbuja , mirando como el sol, que entraba por la ventanilla del tren, calentaba mis piernas sobre las que se desparramaba el diario.
Pasaba la ciudad, ojos-de-videoclip-oídos-de-MP3, con sus gentes en las calles, con los niños que desaparecían veloces ante la marcha del gusano de hierro, con su fauna y su flora de primavera recién despierta…
En eso, y desde el pasillo, un par de manos hermosas hicieron desaparecer un pañuelito violeta ante mis ojos y los de todos los que estábamos en el vagón. Me arranqué los auriculares y emergí de la burbuja, casi violentamente.
Lo miré. Un señor alto, de cabello negro peinado en una trenza que poco tenía de femenina, iba y venía por el ínfimo espacio entre lo asientos, demostrando sus trucos, su habilidad manual y su verborragia. Hizo varios despliegues de su destreza en esos menesteres, con manchitas que aparecían y luego se iban de unos palitos encantados, sin que nadie supiera adónde iban a parar; con una cartera en la que guardaba una monedita para luego no encontrarla allí, desaparecía: tan parecida a mis bolsillos, ja! Y hasta una varita mágica con la que sacaba música de la agarraderas de los asientos…
Y todo esta exhibición, no era gratis: tenía un valor…
Una bolsa maravillosa hecha de papel de regalo que contenía nada más (y nada menos) que:
-“¡120 trucos de magia, 2 horas y media de diversión garantizada!”- cantaba a voz en cuello el mago/vendedor ambulante- “Explicaciones en un folleto íntegramente en castellano. Y todo esto por solamente: ¡1 peso!”
Y allí estaba yo, con mi mano extendida, dispuesta a ser dueña por tan vil precio, de los secretos de la gente que más fascina a grandes y chicos…
Y ahí quedé yo con mi moneda, brillando sobre mi mano. El mago/vendedor ambulante había estado vendiendo ilusiones desde muy temprano, y ya no le quedaban una bolsita de magia para mí y otros cuatro que nos debatíamos entre la desilusión y la vergüenza…
¡Que cerquita estuvo! ¡Que alegría encontrar en un viaje de rutina una situación, un momento que lo convirtió en algo para recordar y para compartir…
El próximo domingo intentaré tomar el tren a la misma hora…
Quien sabe…

(este es viejito, pero merecía estar en el Cuaderno!)

6 de abril de 2010

Superamor

¿Qué mérito tiene amar a Superman?

Así cualquiera...

Louise Lane no sabe lo que es el amor

1 de abril de 2010

Desarrugadas

Lo dicho: odio la palabra "antiarrugas" escrita en el pote de la crema que me froto en los párpados.
Pero lo que más odio es la falta de cualidad mágica de la emulsión: por más que la use, las malditas siguen ahí...
Aunque pensándolo bien, como dice La Turca, mas que antiarrugas deberían llamarse "crema desarrugante". Por algo ni laboratorios, ni publicistas utilizan ese adjetivo: para evitar la promesa incumplida.
De lo contrario, hordas de mujeres podrían ir a manifestarse, munidas con los tarros rebosantes del dichoso e inútil contenido, sólo para ejercer uno de los derechos femeninos mas insoportables: la queja.

Ahi va...


Con estas palabritas le doy comienzo a este espacio todavia un poco burdo, un poco incompleto pero que seguira creciendo y se hará mas amable, amplio y amado con el paso del tiempo.


Para el que tenga ganas, este cuaderno brinda sus hojas y sus oídos para llenarse de palabras de todos los que quieran hacerlo


Bienvenidos al Blog!