12 de agosto de 2012

Agridulce


Esta semana fue decepcionante en el trabajo y no sólo por una situación externa y que no pude manejar, sino que de pronto me encontré ubicándome en ese eslabón que tanto desprecio: un engranaje más del sistema, a veces enfermo, en el que trato de no encajar….

Y como para mostrarme que no está bien hacerse problemas por nimiedades, que la vida es otra cosa y que no se puede perder el tiempo discutiendo estupideces, el viernes recibí  una noticia triste, muy triste: un compañero, un laburante, un hombre encantador, trabajador y padre de familia se fue de este mundo sin avisar. Y sin que nadie lo sospechara.

Su gran boca dibujará una sonrisota desde ese lugar donde está ahora, su vozarrón reclamará los aplausos para festejar sus chistes y el brillo de sus ojos claros quedará para siempre en el recuerdo de quienes lo conocimos.
Gustavo Valenza, ha sido un honor que esta vida nos haya cruzado aunque sea un rato para poder decir con orgullo y con dolor que se te va a extrañar en este mundo!
Y que, confiando en el Señor, vas a ser un ángel custodio de tu familia y tus amigos que tan doloridos están por tu inesperada partida.

He tenido momentos en que miro alrededor y soy una extraña. Como si de pronto hubiera caído en este planeta como una “observadora”… Es como si alquilara mi cuero, mi mente, como si no fuera yo… 
Es que veo que hay todavía algunas heridas que tratan de cicatrizar y con mi lengua a veces las abro, todavía no se con qué oscuro motivo…
Estoy transitando el momento que anhelaba hace mucho y sin embargo una porción de mi trabaja en contra: atrae recuerdos dolorosos y comentarios que sólo consiguen lastimarme…

Que suerte que estás más allá de eso, de mi propia espada-lengua!
Gracias a Dios que estás cerca para que no pueda hacerme daño yo misma!
Mi alma se sobrepone y sonrie porque se ve en tus ojos!
Te quiero con el alma, aún callada.

1 comentario:

Vir dijo...

Cuando estoy un poco "extraña", pienso en esa canción que te gusta de Abel Pintos... Te das cuenta lo feliz que me haces con sólo pensarte?