1 de abril de 2010

Desarrugadas

Lo dicho: odio la palabra "antiarrugas" escrita en el pote de la crema que me froto en los párpados.
Pero lo que más odio es la falta de cualidad mágica de la emulsión: por más que la use, las malditas siguen ahí...
Aunque pensándolo bien, como dice La Turca, mas que antiarrugas deberían llamarse "crema desarrugante". Por algo ni laboratorios, ni publicistas utilizan ese adjetivo: para evitar la promesa incumplida.
De lo contrario, hordas de mujeres podrían ir a manifestarse, munidas con los tarros rebosantes del dichoso e inútil contenido, sólo para ejercer uno de los derechos femeninos mas insoportables: la queja.

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